Es un día bello y soleado. El cielo está completamente despejado; con un tono azul intenso y profundo; sientes tus pies descalzos sobre la fresca hierba; estás de pie, con tus piernas un poco separadas. De repente sientes un viento muy, muy fuerte que hace tambalear tu cuerpo; casi caes, no parecía tan fuerte pero por poco te tumba. En este momento levantas tu rostro y observas al árbol más grande que hay en este espacio, este espacio en el que tu mente decidió estar. Ese árbol es poderoso y antiguo; se nota por su corteza, por su tamaño, por sus raíces; te acercas a una distancia, a una distancia tal que puedes ver perfectamente su copa, sus ramas abiertas al cielo y unas raíces gruesas que se van mezclando y se van metiendo profundamente en la tierra que lo sostiene, así que estás atento, porque este viejo árbol te quiere enseñar cómo se ha sostenido ahí por largos años, soportando tempestades, vientos, climas extremos y él está allí más vivo, más bello y más verde que nunca.

Así que te permites aprender de él, quieres aprender de él; te paras nuevamente con tus pies separados como si fueran las raíces, lo observas muy bien, es como si él te hablara, pones firmemente tus pies en la hierba, muy bien puestos, como si fueras parte de ese espacio de la tierra. Estas son tus raíces, tus pies; tus rodillas se tensionan un poco hacia atrás y las sueltas apenas para sentir la potencia de tus músculos como si tú fueras el tronco grueso del fuerte árbol. Te paras erguido con tu “cola” o con tus “pompis”, hacia afuera del cuerpo, abriendo tu pecho y ya has armado tu cuerpo como si fuera ese tronco grueso que observas; la sensación, tu sensación es de imponencia o de poder. El aroma que te llega es a tierra húmeda, a verde frondoso, es delicioso; lo respiras, lo sientes, lo respiras… tu piel percibe la temperatura. Tu mirada al frente, llena de esperanza, de sueños, de ganas.

Nuevamente fijas tu mirada en el árbol que te habla como si fuera un viejo amigo y te permites sentirte como él, fuerte, potente, sabio. A través de él puedes ver cuántas estaciones ha vivido siendo él mismo: un verano intenso y cálido, sirviendo de sombra para que otros no se acaloren, el otoño como oportunidad de cambio de sus hojas, de recambio, de ir botando aquellas que ya cumplieron su ciclo, el invierno, crudo y frío, donde duerme un poco y descansa, para que nuevamente llegue la primavera hermosa y colorida y todo vuelva a empezar. Sientes el sol suave e intenso a la vez; es como si fuera una gran esfera que se posa encima y llena con su luz cada una de las hojitas del árbol, que se alegran de recibirlo, que toman lo que requieren, cada una de las ramas toma ese sol y le transmite vida al árbol; igual que a ti, que permites ahora, que esa luz entre más y más permea tu piel, más toma lo que necesitas; el sol atraviesa la piel suavemente y llenando cada pequeño espacio de vida, de esa vida que hace que el árbol pase por el invierno, la primavera colorida, el verano, el otoño y todo empieza otra vez; se renueva, cambia y crece cada vez más y más, como si buscara alcanzar el cielo. Esta vez viene un fuerte viento como una gran tormenta, una tormenta poderosa y ahí te quedas, sintiéndolo; es fuerte, pero quedas allí… con un poco de movimiento flexible pero inmóvil y poderoso, muy poderoso.

Mensaje o trasfondo

Tu cuerpo y tu mente están íntimamente conectados; son uno sólo. Cuando la mente no sabe qué hacer, el cuerpo le puede ayudar como un buen compañero de equipo. Si tienes y vives un sentimiento que está indicando una frecuencia vibratoria baja, tu cuerpo reaccionará poniéndose en posición de derrota o de tristeza; es decir, encorvado, vencido como si estuviera lastimado, lo que lleva a crear un círculo vicioso: entre más tristeza haya, más el cuerpo toma esa posición de derrota, y es natural que lo haga; no ayuda a salir rápido de ese momento emocional. Debes recordar que tú tienes el poder, que tú puedes controlarte, hacer que no sean tan prolongados esos sentimientos y emociones. Esto quiere decir que puedes usar tu cuerpo para aumentar tu poder, para aumentar tu nivel de energía y para dirigirte a aliviarte pronto y cambiar de estado emocional. Aumentar tu energía es la clave para crear tu realidad; sin energía o con una energía vital baja es poco lo que puedes hacer por ti mismo para estar mejor. Se te van tu poder y tu fuerza. La posición de victoria para el cuerpo es estar erguido, con la frente en alto, mirando hacia el futuro, hacia el frente; esto le da un mensaje a tu mente de que algo está bien, de que vas hacia delante, de que eres capaz. Entonces, cuando sientes tristeza o lo que sea que sientas que no te gusta o no quieres, que está por mucho tiempo en ti, usa tu cuerpo para que cree una incongruencia de información para tu mente y le ayude a salir de ese estado. Este es el mejor trabajo en equipo que tienes disponible para ti. Así mismo eres congruente con que tu poder en verdad está en tus manos; te controlas y eres dueño de tus reacciones. Si estás viviendo situaciones confusas para tu mente, tu cuerpo puede hacer “el show” de que hay fuerza en ti y de esa forma puedes integrar y potencializar las fuerzas que requieres en tu mente y en tu cuerpo. El árbol es un elemento de la naturaleza que se transforma con el paso de las estaciones, se adapta, cambia; en invierno se desnuda, se recoge; en primavera se adorna, renace para sembrar lo que se quiere; en verano es frondoso, da cobijo con su sombra, sin distinción de a quién o por qué lo cubre y en otoño se desprende para empezar de nuevo. Este ser viviente aparentemente silencioso, tiene voz que si lo escuchas atentamente con tu sentir. Te va a ayudar. Abraza un árbol; es sanador, limpia, descansa y enseña.

Mantras o frases de limpieza 

“Mi cuerpo es mi aliado”
“Mi cuerpo es mi mejor instrumento”
“Mi mente dirige mi fuerza interior”
“Mi cuerpo es fuerte, somos uno”
“Mi fuerza interior es la fuerza del Universo”
“Yo soy fuerte”

Cada lámina ha sido inspirada de manera que los símbolos y colores te conecten con códigos para despertar recursos que viven en tu interior.

Te sugiero que guardes en tu celular la imagen de la carta y la observes con regularidad una vez trabajado el audio. Tu sabiduría interna sabrá lo que tiene que hacer.

Anota siempre el mantra o frase de poder sugerido, en tu celular o en un sitio visible, para que conscientemente continúes trabajando, hasta lograr tu objetivo, que puede ser un estado interior, una sensación, una mejor relación contigo mismo o con alguien.

Todas las cartas juegan a tu favor a continuación encuentras las demás cartas que están completamente gratis para ti. interioriza su mensaje y recorre tu camino de autoconocimiento y poder propio.